domingo, 20 de febrero de 2011

EDUCACIÓN-REFLEXIONES (II)

Siete preguntas y siete respuestas
• Lo expresado en la Entrada anterior (EDUCACIÓN - REFLEXIONES (i), me lleva a creer en la necesidad de repensar nuestra actual filosofía de la educación. Nos obliga a reflexionar acerca de los cambios que habría que hacer en nuestros sistemas educativos, para llegar a una percepción más cercana a la verdad de nuestra realidad. Ello quiere decir, desde mi punto de vista, que si queremos que las sociedades de esta parte del mundo se desarrollen a una velocidad mayor, tenemos que cambiar nuestra visión de la naturaleza misma de nuestro proceso de cambio social, a la luz de las leyes universales de la naturaleza que la gobiernan, junto con las que imponen esas mismas sociedades.
• De paso, debo aclarar que esas leyes de la naturaleza tienen la apariencia de ser universales, de ser perfectas y de conformar un gran sistema de leyes, totalmente inmutable, integrado y, por tanto, con leyes interdependientes. Y no es que estas cosas no hayan sido pensadas y previstas por la humanidad. Para mí es totalmente cierta la posibilidad de que “el aleteo de una mariposa en Tokio, pueda causar un huracán en California”.
• Desde luego que mi visión de la situación actual de la educación occidental me obliga a pensar que hay que repensar nuestros sistemas educativos en función de un análisis comparativo, donde se tomen en cuenta las diferencias anotadas acerca de la percepción de la naturaleza, es decir, de La Realidad. Es obvio que en esta parte del mundo hemos enfocado nuestras observaciones e investigaciones, acerca de esa Realidad, con un énfasis muy marcado en la parte tangible de nuestro proceso de cambio social, situando en menor jerarquía la problemática originada por la actividad social provocada por la debilidad en la planificación, en la información, en la generación de las leyes y en general, en toda actividad de carácter intangible. Si, apreciados lectores, veo que le damos más peso a la salud, a la infraestructura, al manejo del presupuesto y a otras actividades como la alimentación, quizás porque por ser de carácter tangible, las ve y las percibe todo el mundo, generando sufrimiento, incomodidad y otros sentimientos que delatan, fácilmente, el deterioro de la calidad de vida. Otro ejemplo más oportuno, dado el tema que estoy abordando, es el de los sistemas educativos. Allí, en ese contexto, el énfasis se hace en lo tangible que, en este caso, es La Docencia. A pesar de todas las quejas del mundo de los docentes, ellos son privilegiados con respecto al mundo intangible de los investigadores. Sólo tenemos que comparar la diferencia en sus respectivos presupuestos.
• Peor aún es el caso de la actividad extensiva. La Extensión, que a mi juicio debiera parecerse más a la puesta en práctica de lo investigado, para luego ser integrado al torrente docente. En efecto, percibo que La Extensión es casi confundida con relaciones con la comunidad, con el folklore, con las artes, con cursos de educación complementaria o continua y con la proyección de la imagen de las instituciones educativas. Cosas que también son necesarias pero que se alejan demasiado de la dinámica integrada que debe existir, a mi juicio repito, entre La Investigación, La Extensión y La Docencia. De hecho, muchas universidades ubican las unidades de Extensión en un segundo plano administrativo con respecto a las unidades académicas y de Investigación, tema que abordaré en la próxima Entrada.
Saludos.

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